sábado, 24 de noviembre de 2012

La Mujer Salvaje



"Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociables e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.

Y, sin embargo, ambos han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer menos que sus detractores. Han sido el blanco de aquellos que no sólo quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique, sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni rastro de él. La depredación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar. Por consiguiente, fue ahí, en el estudio de los lobos, donde por primera vez cristalizó en mí el concepto del arquetipo de la Mujer Salvaje"

"La existencia de la Mujer Salvaje también se percibe a través de la visión; a través de la contemplación de la sublime belleza. Yo la he percibido contemplando lo que en los bosques llamamos una puesta de sol "de Jesús Dios". La he sentido en mi interior viendo venir a los pescadores del lago en el crepúsculo con las linternas encendidas y, asimismo, contemplando los dedos de los pies de mi hijo recién nacido, alineados como una hilera de maíz dulce. La vemos donde la vemos, o sea, en todas partes.

Viene también a nosotras a través del sonido; a través de la música que hace vibrar el esternón y emociona el corazón; viene a través del tambor, del silbido, de la llamada y del grito. Viene a través de la palabra escrita y hablada; a veces, una palabra, una frase, un poema o un relato es tan sonoro y tan acertado que nos induce a recordar, por lo menos durante un instante, de qué materia estamos hechas realmente y dónde está nuestro verdadero hogar."

Clarissa Pinkola Estés, "Mujeres que corren con los lobos"

jueves, 22 de noviembre de 2012

La Hermandad Herida

Foto: The Sisterhood Wound:

A woman who is remembering herself to be a Goddess and is reclaiming and renewing her self-confidence doesn't feel threatened by other women, even those with greater confidence.  A woman of true strength and character doesn't attack another woman out of spite or jealousy to build her own self esteem.  

Competition, jealousy, and disrespect in the form of gossip, between women are all symptoms of a patriarchal dis-ease dwelling in our feminine consciousness.  It's a "Sisterhood Wounding" that festers deep within a woman's psyche due to living in a cultural paradigm that pits woman against woman, fosters competition, and rewards comparison.

Imagine a world where putdowns, gossip, comparisons, etc. are no longer tolerated.  A world where these behaviors aren't deemed cool, tolerable, or a means of relating and aren't met with acceptance, endorsement or reinforcement as a way of "fitting in" with other women, but instead are understood as expressions of the deep seated fears of separation, abandonment and/or isolation.  It is the wound's cry for help in finding one's way home... back to the Sisterhood and the Goddess Self.

It's time to become conscious of the damage that's being done to the Woman Soul and the global Sister Soul when a woman participates in or silently accepts these wounded behaviors.

It's time for the Sisterhood Code ~ 

bLeSs!
Mother Ayla
www.chrysaliswoman.com


Una mujer que recuerda su esencia de Diosa y está recuperando y renovando su confianza en sí misma no se siente amenazada por otras mujeres, incluso por aquellas con mayor confianza en sí mismas. Una mujer de verdadera fuerza y carácter no ataca a otra mujer por despecho o celos para construir su propia autoestima.

La competencia, los celos y la falta de respeto en la forma de chisme, entre mujeres son síntomas de una enfermedad patriarcal, arraigada en nuestra conciencia femenina. Es una Hermandad herida que encona más profundo de la psique debido a que viven en un paradigma cultural que enfrenta la mujer contra mujer, fomenta la competencia y la comparación recompensas de una mujer.

Imagina un mundo donde las humillaciones, los chismes, las comparaciones, etc. ya no sean tolerados. Un mundo en el que estas conductas no se consideren “cool”, tolerables o un modo de relacionarnos y no se satisfagan con la aceptación, la aprobación o el refuerzo como una manera de "encajar" con otras mujeres, sino que se entienda como una expresión de los profundos temores de separación, abandono y / o aislamiento. Es el grito de la herida en busca de ayuda, en la búsqueda de volver a casa... volver a la Hermandad y al “Ser Diosa”.

Es hora de tomar conciencia del daño que se está haciendo para el alma de la mujer en forma individual y global, cada vez que una mujer participa o acepta silenciosamente estas conductas heridas.

Es hora de volver a la Hermandad

Mother Ayla

lunes, 19 de noviembre de 2012

Imagina...



“Imagina una mujer que cree que es correcto y bueno que ella sea mujer. Una mujer que honra su experiencia y cuenta sus historias. Que no acepta cargar con los pecados de otros en su cuerpo y su vida.

Imagina una mujer que cree que ella es buena. Una mujer que confía en sí misma y se respeta. Que escucha sus necesidades y deseos y los abraza con ternura y gracia.

Imagina una mujer que ha reconocido la influencia del pasado en el presente. Una mujer que ha recorrido su pasado. Que ha sanado en el presente.

Imagina una mujer autora de su propia vida. Una mujer que inicia, se esfuerza y se mueve en su propio nombre. Que no acepta rendirse, excepto a su Ser más verdadero y a su voz más sabia.

Imagina una mujer que nombra a sus propios dioses. Una mujer que imagina la divinidad a su imagen y semejanza. Que diseña su propia espiritualidad y permite que ella le informe su vida diaria.

Imagina una mujer enamorada de su propio cuerpo. Una mujer que cree que su cuerpo es suficiente, tal como es. Que celebra su cuerpo y sus ritmos y ciclos como un recurso exquisito.

Imagina una mujer que honra el rostro de la Diosa en su propio rostro cambiante. Una mujer que celebra la acumulación de sus años y su sabiduría. Que se niega a usar una preciosa energía ocultando los cambios en su cuerpo y en su vida.

Imagina una mujer que valora a las mujeres en su vida. Una mujer que se sienta en círculos de mujeres. Que le recuerdan la verdad sobre sí misma cuando ella olvida.

Imagínate a TI misma como esa mujer.”


Tomado de Imagine a Woman in Love with Herself, by Patricia Lynn Reilly, M. Div., (c) 1995
Imagen by Ka Kathryn June

viernes, 2 de noviembre de 2012

Sabiduría natural...



"Las mujeres guardan en lo más profundo de cada célula de su ser el antiguo conocimiento del divino femenino, aseguran las abuelas. Como sus cuerpos están sujetos a los grandes ciclos de la luna y las estrellas, la sabiduría de las mujeres está conectada con los mismísimos cielos. Su sabiduría natural respecto a los ritmos del nacimiento, la vida y la muerte es mucho más amplia que la de cualquier hombre, y no debería estar nunca sujeta a ninguna religión ni a las leyes judiciales.

Recordad, dicen las abuelas, que las mujeres hemos sido bendecidas. Somos infinitamente sabias, creadoras y hacedoras de vida, las portadoras de la semilla de los niños de la Tierra. Debemos ser fuertes y caminar con nuestro poder y nuestro conocimiento innato bajo la protección de los cuatro puntos cardinales. Con el mundo al borde de la destrucción, las mujeres deben despertar esta gran fuerza que poseen y devolverle al mundo la paz y la armonía. Cuando hombres y mujeres pongan en movimiento esta inmensa fuerza transformadora femenina de amor incondicional que llevan dentro, se producirá el cambio y una gran curación."


Del Libro Las Trece Abuelas.