"Las mujeres guardan en lo más profundo de cada célula de su ser el antiguo conocimiento del divino femenino, aseguran las abuelas. Como sus cuerpos están sujetos a los grandes ciclos de la luna y las estrellas, la sabiduría de las mujeres está conectada con los mismísimos cielos. Su sabiduría natural respecto a los ritmos del nacimiento, la vida y la muerte es mucho más amplia que la de cualquier hombre, y no debería estar nunca sujeta a ninguna religión ni a las leyes judiciales.
Recordad, dicen las abuelas, que las mujeres hemos sido bendecidas. Somos infinitamente sabias, creadoras y hacedoras de vida, las portadoras de la semilla de los niños de la Tierra. Debemos ser fuertes y caminar con nuestro poder y nuestro conocimiento innato bajo la protección de los cuatro puntos cardinales. Con el mundo al borde de la destrucción, las mujeres deben despertar esta gran fuerza que poseen y devolverle al mundo la paz y la armonía. Cuando hombres y mujeres pongan en movimiento esta inmensa fuerza transformadora femenina de amor incondicional que llevan dentro, se producirá el cambio y una gran curación."
Del Libro Las Trece Abuelas.
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